A la hora de adquirir un vehículo, el vendedor suele destacar, de entre todas las características posibles, la potencia del vehículo haciendo referencia a los caballos de fuerza.
Pero… ¿La potencia del vehículo es algo clave para decidirse? La respuesta es que todo va a depender de su uso, de dónde vas a circular, o de cómo es el terreno por el que frecuentemente vas a conducir.
Por ejemplo, si lo más probable es que lo hagas por el centro urbano, no hará falta tener una enorme potencia, pues se trata de tramos de velocidad reducida. Ahora bien, si el recorrido es interurbano, la fuerza de arranque va a ser clave porque el vehículo responderá con mayor velocidad en el momento de acelerar.
Los caballos de potencia del vehículo influyen en la comodidad de conducción, aunque no por este motivo quiere decir que un vehículo de poca potencia sea un mal coche. La verdad es que contra mayor capacidad, mejor va a ser la aceleración, además del adelantamiento e integración al carril.
Otro aspecto a considerar es que tener un vehículo con mucha fuerza en el motor supone mayor gasto en cuanto a impuestos, combustible y mantenimiento.
Cómo se mide la potencia de un motor
La potencia del motor se puede medir en Caballos de Vapor (CV), caballos de fuerza (HP) o en kilovatios (KW).
En España los caballos de vapor son la medida de potencia más frecuente, y se calculan en base a la potencia necesaria para levantar un peso de 75 kg en un segundo y a un metro de altura.
Por otro lado, los caballos de fuerza o HP (horsepower por sus iniciales en inglés) son una medida para calcular la velocidad con la que se genera la fuerza del motor de un vehículo, y supone un componente clave para establecer el total de millas a lo largo de su vida útil.
La unidad oficial aconsejada por el Sistema Internacional de Unidades es el kilovatio, que expresa la cantidad de energía suministrada. Los kilovatios están relacionados directamente con la potencia eléctrica y la cantidad de energía suministrada, en cambio, los caballos de vapor y de fuerza sirven para medir la potencia precisa.
1 kilovatio equivale a 1.341 caballos de fuerza (HP) y a 1.359 caballos de vapor (CV).
Se debe tener en cuenta también el par motor, que tiene la función de desplazar el peso total del vehículo en una distancia. Este movimiento se transmite al resto de elementos mecánicos y, por lo general, es mayor en un motor diésel que en gasolina.
En torno a los motores de coches es habitual hablar de caballos fiscales, la medida que se usa para calcular el impuesto sobre vehículos de tracción mecánica superior o inferior, y que influye en el coste que vas a pagar por asegurar el vehículo.
A su vez, es conocido como potencia fiscal y se consigue mediante la cilindrada y el número de cilindros del coche, por lo que a mayor número caballos fiscales mayores serán los impuestos.
La potencia de los vehículos o caballos fiscales fijará el coste a pagar por los impuestos sobre Vehículos de Tracción Mecánica o Impuesto de Circulación, y por el seguro obligatorio del vehículo.
Este valor se consigue teniendo en presente el número de cilindros del motor, el diámetro de éstos y la carrera del pistón. Si todo esto ¨te suena a chino¨, tranquilo, viene indicado en el apartado potencia fiscal o CVF de la tarjeta de la ITV.
Clasificación de la potencia en los vehículos
En el mercado existen vehículos de potencia muy variada, por lo que de un mismo modelo podrás encontrar diferencias en lo que se refiere a CV, y como consecuencia variará su coste.
Los vehículos que puedes conseguir en el mercado acostumbran a ser de:
- Potencia mínima de 60 CV y 80 CV, puesto que la fuerza del motor es menor se recomienda no exceder porque consumirá mucho combustible.
- Potencia media de 100 CV, 120 CV y 150 CV, son motores más eficientes y con mayor facilidad de conducción.
- Potencia alta con más de 200 CV, la velocidad alcanzada será mayor y aguantará mejor el comportamiento en carretera.
¿Dónde puedo conocer la potencia de un vehículo?
Si vas a adquirir un coche, cualquier fabricante dispone de una ficha técnica del vehículo con la que puedes identificar la potencia máxima real expresada en kilovatios (KW).
En nuestro catálogo de coches de renting contamos, en el apartado de cada vehículo, con toda la información técnica del vehículo incluyendo la relativa a la potencia del vehículo en CV.
Por otra parte, cuando el vehículo ya es de tu propiedad, en la tarjeta de Inspección Técnica de los Vehículos (ITV) encontrarás la información técnica del vehículo, incluyendo su potencia fiscal y real.
¿Qué información puedes encontrar en la Tarjeta de la ITV?
- Matrícula, marca, tipo, variante, versión, etc.
- Las dimensiones del coche en cuanto a ancho, longitud, masa, etc.
- Potencial real.
- Potencia fiscal.
- Relación potencia máxima.
Debemos resaltar que en la tarjeta de la ITV, el número preciso de caballos de fuerza aparece reflejado en kilovatios, pues es la medida universal del Sistema Internacional de Unidades.
Este número no corresponde a los caballos de vapor o potencia real, sino más bien a lo que se refiere la potencia fiscal.
¿De qué manera puedo calcular la potencia de un coche?
Existen dos fórmulas para calcular los caballos de potencia de un vehículo:
- A través de la potencia real
Una vez localizada en la ficha técnica la potencia real del vehículo, aplica la siguiente fórmula:
Caballos de potencia = KW x 1,36
- A través de la cilindrada
Multiplica 0,08 por el número de cilindros (cilindrada / nº de cilindros) elevado a 0.6.
Caballos de potencia = 0,08 x Nº de cilindros (cilindrada/ Nº de cilindros) elevado a la 0,6
¿Los vehículos eléctricos son igual de potentes?
Como cualquier otro vehículo, el eléctrico puede ser más o menos potente según su motor, su potencia se mide en KV y a mayor potencia más prestaciones. Sin embargo, la diferencia entre un modelo enchufable de uno de combustión es su capacidad de aceleración.
Es evidente que un vehículo eléctrico impresiona al primer toque de acelerador por su gran agilidad, puesto que su capacidad de respuesta es inmediata… ¿Por qué sucede esto?
Un propulsor de gasolina que ofrece su máxima fuerza, necesita subir por lo menos a las 2.500 revoluciones por minuto (rpm), y en un diésel esta fuerza máxima se alcanza sobre los 1.500 rpm.
En cambio, en un vehículo eléctrico todo el par está libre desde el momento en el que empieza a girar el motor, ya que la aceleración es más rápida que la de un coche gasolina o diésel.
Por otro lado, los vehículos de combustión entregan la potencia de forma progresiva, en cambio, los enchufables lo hacen inmediatamente y son más ágiles.
Para suministrar la misma capacidad de aceleración, a un motor eléctrico no le hace falta tanta potencia como a uno de combustión. La potencia de un motor eléctrico no depende solo del propio motor sino más bien de la fuente de electricidad con la que se alimenta: batería y regulador.
Además, los eléctricos pueden alimentarse de más de un motor y llegar a tener entre 2 y 4 motores (instalados en los ejes, en las ruedas o, incluso, bajo el piso del habitáculo).
Por tanto, confirmamos que los vehículos eléctricos sí son potentes, tienen una capacidad de aceleración superior que los de carburante, una arrancada inmediata y una respuesta de motor más ágil.
Los vehículos eléctricos más potentes del mundo
Para finalizar este artículo, te dejamos una lista del Top 3 de los modelos deportivos eléctricos más potentes del mundo:
- Lotus Evija: eléctrico con 2.000 CV
- Aspark Owl: eléctrico con 1.985 CV
- Rimac C_Two: eléctrico con 1.914 CV
Hasta la fecha, el coche que sobrepasa la máxima velocidad alcanzada es el SSC Tuatara a día de hoy considerado el coche más rápido del mundo con un registro de 508,73 km/h.