Si a principios de septiembre subían las barreras de la mayoría de peajes permanentemente, ahora ya podemos decir que más vehículos se han acostumbrado a usar las vías rápidas. Los usuarios que se desplazan a diario y que no querían asumir el coste de los peajes, con esta medida han pasado a frecuentar la autopista. Esto se nota en la conducción, desde septiembre el flujo de vehículos es sustancialmente más denso que en los cursos anteriores.

Los camiones y transporte de mercancías

Si algún colectivo conoce bien el tejido de carreteras estatal, estos son los transportistas, que también se han beneficiado de la subida de barreras. Las grandes arterias que cruzan el país y conectan con los principales núcleos urbanos y el extranjero han notado con mayor incidencia el incremento de tráfico de camiones. A falta del Corredor Mediterráneo que permita agilizar el transporte de mercancías del litoral de levante con Francia y el resto de Europa, las mercancías se transportan por carretera, representando el 47% del total de exportaciones. Este es un gran número de camiones y furgonetas en las autopistas y en las zonas industriales pueden darse situaciones algo caóticas en ciertos momentos. Entonces tenemos más camiones con un límite de velocidad de 90km/h y más coches también pero con un límite de velocidad de 120 km/h y ya sin los 20 km/h extra en caso de adelantamiento.

La (siempre) problemática AP-7

Por lo tanto en vías de tres carriles, en los que ya se formaban numerosos y largos atascos en pre pandemia, ahora suben de nivel con un mayor tráfico. Colas que en ocasiones nos trasladan a atascos de grandes metrópolis americanas como Los Ángeles o Chicago son cada vez más frecuentes. Con la densidad de tráfico también han venido los accidentes, que han subido de manera exponencial. A diario se reportan accidentes en la autopista AP-7 con un aumento significativo de la siniestralidad y la frecuencia de colisiones, acarreando la actuación de los servicios de emergencia y largas colas que colapsan la vía.

Antes de la democratización de las autopistas, la AP-7 aglutinaba 20 de los 100 tramos más peligrosos de las autopistas españolas y todo apunta a un aumento de la peligrosidad viendo los números tras la medida. Un  tramo de concentración de accidentes es durante el paso de la AP-7 por las comarcas de Tarragona pero el punto que genera una mayor conflictividad es la zona más industrial y comercial de Cataluña en la zona del Vallès. En este tramo se aglutinan los accidentes de mayor trascendencia y un número superior de camiones ya que también es un punto de conexión con otras vías importantes.

¿100 km/h, la solución?

A raíz de la polémica acerca del aumento de la siniestralidad en este tramo de mayor conflicto, son muchas las voces que han dado la alerta. También se está barajando como afrontar esta situación insostenible a largo plazo. Tras la reducción de la velocidad límite para adelantar, una medida que ha cogido fuerza en los últimos días es la limitación de los tramos más accidentados a 100km/h. Reduciendo la velocidad se espera que la cantidad de impactos sea menor así como la gravedad de los mismos. Otras voces apuntan a una regularización de los camiones en esta vía ya que, dicen, son causantes de retenciones y dificultan la fluidez de la vía. Esta regularización podría darse en concepto de impuesto por kilómetro.

Sea como sea, transportistas, trabajadores y autoridades ya se están moviendo para encontrar solución a un problema que puede acentuarse con la inminente llegada de las vacaciones, con el flujo de coches y movilidad que trae consigo.