Como ya se comentó en el post “Por primera vez se venden más coches eléctricos que diésel a nivel europeo“, el grupo Volkswagen generó un revuelo al superar el límite de emisiones de partículas de óxidos de nitrógeno entre 2009 y 2015, el Dieselgate.

Un escándalo originado por emisiones contaminantes en 11 millones de vehículos de las marcas Volkswagen, Audi, SEAT, Škoda y Porsche; en concreto, los motores diésel de determinados modelos podían llegar a emitir hasta 40 veces más de lo legalmente aceptado.

¿Cómo se descubrió?

En 2012, la organización sin ánimo de lucro International Council on Clean Transportation (ICCT) inició un estudio conjunto con la Universidad de West Virginia para determinar el alcance de las emisiones de vehículos diésel en condiciones reales.

Para ello, se utilizaron tres modelos durante un trayecto de 2.100 kilómetros entre San Diego y Seattle: BMW X5, Volkswagen Jetta y Volkswagen Passat. Estos dos últimos llegaron a emitir valores hasta 35 veces superiores a los límites legales establecidos en el país norteamericanos, por lo que el estudio se puso en conocimiento de la US Enviromental Protection Agency (EPA) y la California Air Resources Board (CARB).

La EPA hizo público el fraude en 2015, que afectaba a los motores de 40 modelos distintos de dicho grupo correspondientes a las marcas Audi, SEAT, Škoda, Volkswagen y Porsche. Se trataba de un software que manipulaba los resultados al detectar la realización de la prueba de emisiones, volviendo los motores a su funcionamiento normal, y emitiendo valores ilegales de óxidos de nitrógeno. Un sistema que se mantuvo durante seis años, por lo que se consideró un fraude intencionado.

Consecuencias económicas

El grupo Volkswagen recibió multas y compensaciones millonarias, entre las que se encuentran los 14.700 millones de dólares a afectados en EE.UU. pactados con el Gobierno Federal, los reguladores del estado de California y 475.000 propietarios de vehículos diésel afectados, además de una multa de 4.300 millones de dólares impuesta por el Departamento de Justicia de EE.UU.