Que el objetivo de la movilidad es un futuro repleto de coches autónomos es un hecho, pero, ¿cómo van a convivir los coches tradicionales junto a estos?
Pues gracias a las carreteras 5G, cuya función será dotar de conectividad a las infraestructuras para obtener ventajas en el tráfico, la descongestión y la seguridad vial. Estas carreteras, irán equipadas con diversas tecnologías:
Comunicación vehículo-carretera
El objetivo de las carreteras 5G es que los vehículos puedan comunicarse con la propia infraestructura mediante los dispositivos instalados en carretera, que informarán de factores como el tráfico, las condiciones climatológicas, la seguridad de cada tramo, etc.
Internet of Things (IoT)
Tanto los dispositivos de la carretera como los vehículos, estarán dotados de sensores y se podrán conectar entre sí en tiempo real, recibir datos para recopilarlos, procesarlos, y los conductores, tomar decisiones al instante.
Supervisión y organización
Para que esta comunicación sea posible, la tecnología de la carretera debe actuar de manera reactiva y preventiva, es decir, debe medir en todo momento la información que recibe del tráfico no solo para avisar de posibles congestiones o accidentes, sino también para prevenir cualquier posible escenario. Ahí entrará en juego la inteligencia artificial, que evaluará los datos disponibles para predecir los comportamientos inmediatos y futuros.
Tecnología Vehicle-to-everything
Otra gran protagonista de las carreteras del futuro será la tecnología V2X, que conectará a los vehículos con cualquier otro objeto al que pueda conectarse con el fin de mejorar la seguridad vial. Esta tecnología, dispondrá de subtecnologías como V2I (del vehículo a la infraestructura), V2N (del vehículo a la red), V2V (del vehículo a otro vehículo), V2P (del vehículo a un peatón) y V2D (del vehículo a un dispositivo).
La solución será la tecnología del tráfico mixto, adaptada a la siguiente realidad: nunca habrá un 100% de coches autónomos en la carretera, con lo que debemos apostar por distintos niveles de desarrollo. Todo ello será posible cuando las infraestructuras inteligentes incluyan una tecnología básica a la que poder conectarse los vehículos tradicionales. Por otro lado, los vehículos tradicionales deberán incluir también un paquete tecnológico básico para poder enviar y recibir datos de la carretera.