Europa prohibirá la venta de vehículos nuevos de combustión a partir del 2035, con algunos matices que revelaremos a continuación.

El transporte por carreteras representa la quinta parte de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de toda la Unión Europea. Desde el Parlamento de la UE se están tomando diversas medidas para reducir las emisiones procedentes de vehículos.

Como parte del paquete “Fit for 55“, en julio de 2021 la Comisión Europea presentó una propuesta legislativa de revisión de las normas de comportamiento en materia de emisiones de CO2 de los turismos y vehículos industriales (furgonetas).

La propuesta pretende:

  • Contribuir con los objetivos climáticos de la UE para 2030 y 2050.
  • Aportar beneficios a los ciudadanos.
  • Estimular la innovación en tecnologías de cero emisiones.

Dos años después, en febrero de 2023, la Eurocámara aprobó la Ley 2035, en la que prohíbe a partir del año 2035 la venta de turismos y furgonetas de gasolina, diésel e híbridos enchufables.

El acuerdo, aprobado por 340 votos a favor, 279 en contra y 21 abstenciones, deja a los motores eléctricos y propulsados con hidrógeno como alternativas únicas de fabricación de coches a partir de 2035.

Todos los turismos y furgonetas deberán ser cero emisiones.

¿Qué pasará con los turismos y furgonetas? La ley 2035 en la práctica afecta a todos los vehículos de combustión, sean de gasolina, diésel o híbridos, pero solo en su comercialización, no en el uso ya que podrán seguir circulando hasta el año 2050.

Algunas excepciones de la ley 203

Foto de un camión, de carga pesada en una carretera de España, ejemplo de los vehículos que están exentos de la recién aprobada ley 2035.

La prohibición de venta de vehículos de combustión deja fuera de aplicación a los vehículos pesados, tales como los camiones, autocares o maquinaria para la agricultura y construcción.

También a los coches de producción limitada, permitiendo a los fabricantes de entre 1.000 y 10 mil coches o de 1.000 a 22 mil furgonetas podrán acogerse a una excepción hasta finales de 2035, siendo exentos aquellos fabricantes que matriculen menos de 2.000 coches al año.

¿Qué pasará con la comercialización de coches de ocasión o de segunda mano? En principio, vender coches de segunda mano no se verá afectado, pero sí el gasto que se derive de su uso, puesto que el coste total de la propiedad del vehículo podría encarecerse, debido a los impuestos que deba pagar el propietario del vehículo por circular con este tipo de carburante altamente contaminante.

El futuro del sector automotriz

Con este tipo de medidas, como la Ley 2035, incrementará la demanda de los coches eléctricos, se incentivarán ayudas para que los fabricantes puedan invertir en I+D e intenten buscar alternativas más accesibles a la movilidad sostenible.

La preocupación de hoy es que el coche eléctrico, aunque está cada vez más materializado que hace unos años atrás, sigue siendo una alternativa costosa en cuanto a adquisición y mantenimiento. 

Pero, seguramente en un futuro serán mucho más accesibles en la medida que los gobiernos den más apoyo, desarrollen más políticas sobre estas tecnologías emergentes y se cree la infraestructura necesaria para dar soporte a lo largo y ancho de cada país. 

Los gobiernos de la UE pretenden que en el futuro comprar o conducir vehículos eléctricos o que sean cero emisiones, sea más barato para los consumidores, que surja rápidamente un mercado de segunda mano, democratizando más la conducción sostenible.

Mapa “Emisiones Cero”

Otra de las directrices que marca la recién aprobada Ley 2035, es el mapa de evolución y seguimiento para la transición de los coches de combustión hacia el objetivo de “Emisión cero”:

En 2025, la Comisión Europea abordará el tema de la reducción de emisiones de CO2 en la industria de turismos y furgonetas, mediante una metodología para rastrear, evaluar e informar sobre estas emisiones. Si es necesario, se presentarán propuestas legislativas para contribuir a este objetivo.

En diciembre de 2026, la Comisión llevará a cabo una supervisión cuidadosa del uso de combustible y energía, basándose en datos reales. Propondrá una metodología para ajustar los límites de emisiones que podrá ir acompañada de medidas para su correcta implementación.

A partir de 2025 hasta 2030, los estímulos financieros para fomentar la compra de automóviles con bajas emisiones se disminuirán gradualmente, hasta que finalmente en 2030 desaparezcan por completo.

En 2025, la Comisión se comprometió a realizar un seguimiento periódico de los avances logrados en el desarrollo de planes de movilidad cero emisiones, a través del informe que presentará cada dos años.

Por ahora, podremos seguir beneficiándonos de los coches de combustión hasta el año 2035, pero deberemos estar atentos a los cambios que sobre ello se quieran implementar desde la Unión Europea con el único objetivo de minimizar el CO2 en el planeta y mejorar la calidad de nuestro medioambiente.