Un coche de combustión suele considerarse accesible si su precio es inferior a los 20.000 euros. Se calcula que casi dos tercios de los coches que hay actualmente en las carreteras de nuestro país su precio está por debajo de este límite. Que la gran mayoría de conductores se decante por un coche en estos baremos indica lo que la gente está dispuesta a invertir en un coche. De esta manera se consideran caros los coches por encima de 25.000€ y en el intervalo de 20mil a 25mil tan sólo se encuentran cerca del 8% de coches matriculados en España.
Un mercado en crecimiento
El sector eléctrico y su reciente aparición juega con unas reglas distintas a los vehículos de combustión. Dada su reciente irrupción en la producción en serie y el importante esfuerzo destinado a la investigación y desarrollo de tecnologías eléctricas, el sector se ve en la tesitura de repercutirlo en el cliente final. Pese a esta situación el futuro augura una democratización de los precios. Parece difícil de creer pero es ya ha pasado antes con los coches de combustión. Cuando aparecieron los revolucionarios utilitarios como el Fiat 500 o el Seat 600 se generó un cambio en la política de precios y producción. De repente los precios fueron más accesibles y las calles se llenaron de estos coches. Pues se espera que pase algo similar, a largo plazo, con la tecnología eléctrica.
Al generar un mayor volumen de ventas se espera que la producción aumente y los beneficios también, al aumentar el flujo se reduce el coste unitario. Así pues repercute en el cliente final que se beneficia en el precio final.
Modelos menos básicos y más caros
Los fabricantes deben hacer frente a la crisis de semiconductores y materias primas que son de necesidad básica para la automoción. Este aumento de costes para las marcas se ha traducido en una modificación en las ofertas. Las propuestas que ofrecen son cada vez más equipadas en detrimento de la eliminación de los acabados más económicos de los modelos. Así buscan asegurarse mantener los beneficios previos a la crisis de microchips y ajustar la oferta presentada.
Los vehículos eléctricos juegan con otras reglas
Teniendo en cuenta los puntos desarrollados previamente, se hace especialmente arduo encontrar un vehículo eléctrico que encaje en el aspecto económico como barato. Pero si comentábamos que los coches eléctricos juegan con otras reglas dada su temprana irrupción también juega con otras reglas de cara al cliente. A lo largo de su desarrollo, el gobierno ha facilitado diferentes planes en forma de ayuda económica. Los planes siguen en pie y actualmente es el Plan Moves III el que está en vigor.
Los precios de los vehículos eléctricos se encuentran entre 3.000 y 6.000€ por encima de uno convencional en la gama que va hasta de los 19.000 (el eléctrico más barato) a los 30.000€. Sin embargo con el plan de ayudas del gobierno un coche eléctrico te puede salir más barato que el mismo modelo de combustión tradicional. Estas ayudas de hasta 7.000€ se deben tener en cuenta y más cuando se espera que cada vez sean más reducidas las ayudas.
¿Y a ti, te seducen los coches eléctricos?