¡Adiós a esa sensación de ahogo cada vez que entras al coche en verano como si hubieras dejado el aire caliente puesto! Te traemos las claves para que este verano viajes fresquit@ en coche.
Y es que tras varias horas al sol, o simplemente por las altas temperaturas que estamos viviendo, los vehículos se sobrecalientan y resulta insoportable arrancar al instante. Lo habitual es tener que airear varios minutos antes de entrar y encender el aire acondicionado al máximo, lo que supone mayor gasto de batería y combustible.
A pesar de que cada coche es un mundo y tiene un sistema de climatización distinto, a continuación, te proponemos varios trucos para enfriar el coche este verano y refrescar el interior lo antes posible tras dejarlo aparcado.
¡Mejor a la sombra!
Empecemos por el más básico aunque no siempre se tiene suerte, aparcar en la sombra. Y es que por mucho calor que haga, el hecho de que el coche no se encuentre a pleno sol evitará alcanzar las desorbitadas temperaturas que puede sufrir la chapa y, en consecuencia, el interior del vehículo.
Un aspecto curioso que muchos desconocen es que la temperatura exterior del vehículo dependerá en gran parte del color de la pintura de este, pues un estudio realizado por el RACC y el TCS (Touring Club Suiza) comprobó una diferencia de hasta 20 grados entre dos coches blanco y negro expuestos al sol en las mismas condiciones. Donde la transferencia de calor fue distinta, el exterior del vehículo de color negro alcanzó los 80 grados y el blanco los 63 grados.
¡El parasol ayuda más de lo que crees!
Otro truco será usar parasol o cortinillas protectoras que llegarán a reducir la temperatura interior del vehículo hasta 20 grados. Además, evitará el sobrecalentamiento del motor, y mantendrá la tapicería y todos sus elementos plásticos y de cuero en buen estado. De este modo, el esfuerzo para coger el coche y el gasto de aire acondicionado del coche será mucho menor.
Otra opción es tintar los cristales del coche, que más allá de impedir que el interior del coche pueda verse con nitidez y preservar mejor la tapicería del vehículo, reducen hasta un 50% su temperatura interior.
¡Cuida la tapicería y tu coche vivirá más!
Para proteger mejor la tapicería, más allá de los trucos anteriores existen algunos productos textiles para el volante, los asientos y la chapa, tales como fundas o algunos más desarrollados como el parasol con imán y el autoadhesivo.
Una opción bastante común en situaciones seguras, sobre todo si se trata de urbanizaciones privadas, poblaciones pequeñas, entre otras, es abrir las ventanillas ligeramente para dejar pasar aire fresco procedente del exterior.
A la hora de tener que volver al coche tras haberlo dejado expuesto al sol, para rebajar la temperatura interior lo más rápido posible, podemos abrir la ventana del copiloto y abanicar la puerta del coche del lado contrario, esta acción de abrir y cerrar la puerta del conductor empujará el aire caliente hacia afuera. Esta acción asegura reducir hasta 10 grados el interior del vehículo, sin necesidad de encender el aire acondicionado.
¡Un buen jarro de agua fría!
Por último, al igual que nosotros también necesitamos “un buen jarro de agua fría” para no derretirnos ante las altas temperaturas, lavar el coche con agua fría antes de dejarlo al sol será clave. De este modo, facilitaremos el proceso de enfriamiento y mejoraremos la temperatura del habitáculo.
Ahora ya conoces todos los trucos para mantener tu coche lo más fresco posible y enfriarlo rápidamente cuando sea necesario. Ya puedes viajar tranquilo sin preocuparte de cómo estará tras dejar el coche aparcado, y sin que la temperatura del aire te abrase.
¡Tampoco olvides que un buen mantenimiento será clave para no quedarte tirado este verano! Hazte con los 7 mejores consejos para mantenerlo a punto aquí.