Al igual que todas las empresas, las compañías de automóviles viven de los márgenes que obtienen entre el precio de producción de sus vehículos y el precio de venta de estos. Por lo tanto Tesla no es una excepción. Además, cabe destacar que ya de por si los coches eléctricos acostumbran a ser más costosos de media que los vehículos convencionales, por lo que es imprescindible para estas reducir los costes de producción.
Durante el tercer trimestre de 2021, Tesla compartió que su coste medio de fabricación por vehículo se redujo hasta los 36.000 dólares. Este coste de fabricación incluye todos los gastos generados directamente por la producción del propio coche, pero excluye otras partidas como los gastos de marketing y transporte. Esta cifra se augura prácticamente idéntica para el cuarto trimestre.
Como ha confirmado la propia directiva de la marca, el producir sus propias grandes piezas fundidas, los paquetes de baterías estructurales, las celdas 4680, así como muchos otros componentes, ha redundado directamente en la optimización y disminución del coste por vehículo fabricado. No obstante, en los próximos ejercicios esperan continuar ampliando este margen gracias a la introducción de nuevos métodos de fabricación de componentes.
Desde la marca no han dado datos específicos sobre el coste particular de cada uno de sus modelos o versiones, y esto es algo que sería muy interesante de observar, ya que entre el Tesla Model 3 de acceso (el más asequible) y el Tesla Model X (el más caro) existe un importante escalón económico. En cualquier caso, quedándonos con que el Model 3 de acceso posee un precio en España de 46.990 euros y el cambio aproximado de moneda dólar-euro, hallamos que la firma obtiene un beneficio por coche vendido de alrededor de 11.000 euros. No obstante, a esta cifra habría que restarle otros gastos propios del transporte de los vehículos desde la fábrica hasta su punto de entrega al cliente.