La belleza del diseño y la tecnología industrial convergen en una exposición única sobre la dimensión artística del automóvil en el museo Guggenheim de Bilbao. La idea no es otra que la del arquitecto Norman Foster, y la exposición se llama Motion, Autos, Art, Architecture. Muestra 38 modelos de coches icónicos junto a pinturas, esculturas, fotografías y referencias arquitectónicas que rompen la separación entre disciplinas.

Fue el propio Foster, que siempre ha mostrado su pasión por el diseño de coches, aviones y locomotoras, y que ha tenido el privilegio de pilotar desde un helicóptero a una aviación a reacción, quien propuso hace ya más de tres años esta exposición a los responsables del Guggenheim. 

38 coches que han hecho historia junto a obras de arte ligadas a la automoción

La exposición ofrece todo un recorrido histórico, desde los primeros carruajes sin caballos hasta los modelos más futuristas. Hay verdaderas joyas de la automoción muy conocidas como el Rolls Royce 40/50 Alpine Eagle (1914), el Mercedes Benz 300 SL Coupe (1955), el Aston Martin DB5 James Bond (1964), o el Ford Mustang PRJCT50 (1965). La General Motors ha cedido tres prototipos de Firebird de los años 50, que salen por primera vez de Estados Unidos.

Prototipo único

En seis salas del museo se repite el mismo esquema: en el centro se exponen los automóviles y en las paredes obras artísticas vinculadas. Y ahí está la serigrafía de Warhol dedicada al primer Benz (1886), fotos de Man Ray o Berenice Abbott, esculturas de Brancusi, Henry Moore y Boccioni, un móvil de Calder o pinturas de Victor Vasarely, David Hockney, James Rosenquist, Sonia Delaunay y Le Corbusier, además de carteles publicitarios y planos y maquetas que muestran la interrelación entre la arquitectura y el diseño de la automoción.

Completa esa extraordinaria exposición, que ha contado con el patrocinio de Iberdrola y Wolkswagen, un taller de modelado en arcilla. Pese a los avances informáticos y de realidad virtual, esta tradición continua vigente tal como puede verse en esa réplica en vivo que la marca Cadillac ha hecho posible. Y el último espacio se dedica a las propuestas de futuro diseñadas por 15 universidades de cuatro continentes. Antes, en el pasillo de acceso, se puede vivir una experiencia sonora inmersiva, ideada por Nick Mason, miembro de Pink Floyd, que permite escuchar el sonido real de una selección de vehículos.

Norman Foster afirma, “el automóvil es un artefacto cultural por derecho propio, y está convencido de que ahora entra en una nueva era marcada por unos coches eléctrico más sostenibles, seguros y adaptados. “La era postcovid acelerará las tendencias, pero no matará las ciudades ni los coches, los hará más fuertes”.