Durante el día a día se suelen cometer diversos errores relacionados con la seguridad vial. Muchos de ellos se realizan de forma inconsciente, ya sea por hábito o desconocimiento. Tocar el claxon como acto de queja, utilizar el GPS o el teléfono móvil mientras se circula, frenar repentinamente, no señalizar las maniobras con los intermitentes o no respetar una distancia de seguridad suficiente para evitar colisiones, son situaciones que seguramente puedes reconocer. 

Además de todas ellas, abrir incorrectamente la puerta de tu vehículo puede traerte problemas (incluso económicos). ¿La solución? Hacerlo ‘’a la holandesa’’, cuya denominación está vinculada a la región de los tulipanes y molinos por su gran costumbre en ejecutar este procedimiento. 

La técnica consiste en abrir la puerta del coche con la mano contraria, así el conductor debería abrirla con la derecha y el copiloto con la izquierda. Si se lleva a cabo este modo, nos obligamos indirectamente a girar el torso hacia el lado a bajar y distinguir por los retrovisores y por el ángulo muerto si se acerca un vehículo. 

Con esta metodología se evita el riesgo de salir del coche sin mirar, el cual puede prevenir accidentes con ciclistas, motoristas o conductores de patinete eléctrico, práctica cada vez más empleada como medio de transporte. 

Aunque no sea un procedimiento obligatorio en España, la DGT y la Guardia Civil lo recomiendan y lo avisan por redes sociales como Twitter. Es más, si se produce un accidente y los agentes observan que no se ha abandonado el coche con la táctica ‘’a la holandesa’’, pueden llegar a multar al usuario con un importe que ronda los 260 euros.