La industria del automóvil siempre ha sido asociada al género masculino y, aunque se vaya reduciendo la desigualdad respecto a la mujer con el paso de los años, es algo que todavía tiene un largo camino por delante.
Si nos remontamos a las primeras apariciones de piezas y vehículos, vemos cómo las mujeres han tenido un grado enorme de influencia. Ya sea como inventoras, empresarias, ingenieras, etc. En este caso, se va a hablar es de un grupo de ellas y rendir una especie de tributo, puesto que la gran mayoría son desconocidas.
Inevitablemente, al leer su apellido, nos viene a la cabeza la famosa marca de coches alemana Opel. Así es, junto a su marido Adam Opel, tuvieron la gran idea de realizar una inversión de 1.000 marcos para adquirir una máquina de vapor con la que empezar a dar forma al funcionamiento de la empresa. Desgraciadamente, su marido falleció, y esto le hizo llevar las riendas del trabajo y convertirse en la “Mamá Opel”, la primera mujer fabricante de coches en 1895.
La vuelta al mundo en coche de Clärenore Stinnes
La alemana Clärenore Stinnes, siempre tuvo una especial pasión y talento con el automóvil, que empezó a desarrollar cuando participó de incógnita en una carrera en la que todos los participantes eran hombres. Con el paso del tiempo, acabó por ganar 17 competiciones pasando a ser una de los pilotos más reconocidas de Europa. A continuación, consagró su mito de dar la vuelta al mundo en coche.
La línea divisoria de June McCarroll
Fue una mujer superdotada en su generación, dedicada al mundo de la medicina, y que logró fue evitar las situaciones peligrosas que se generaban en la carretera dividiendo el carril en dos partes, tal como lo conocemos hoy en día. El mito afirma que, tras un accidente ocurrido en California, fue ella misma la que dibujó la línea mientras iba de camino a su trabajo habitual en el hospital.
El limpiaparabrisas de Mary Anderson
Anderson fue una mujer especializada en el mundo de las ciencias empresariales, observó cómo los taxistas en Nueva York perdían el control de sus vehículos cuando empezaba a llover. Debido a este obstáculo, pensó que la mejor manera de solucionarlo era el parabrisas, un invento que ha perdurado a lo largo de los años. Posteriormente, en 1922 Cadillac se convirtió en la primera marca que paso a implantarlos en sus modelos de manera oficial.
Los intermitentes de Florence Lawrence
Lawrence era una mujer que combinaba a la perfección sus dos pasiones, las artes y el motor. Esto le hizo pensar que, a través de un elemento tan simple como un artilugio similar a un palo, se podía avisar al resto de coches los movimientos que ibas a efectuar. Lamentablemente, su falta de confianza le llevó a no patentar dicha idea, y otras compañías más oportunistas se aprovecharon para beneficio propio.
El retrovisor de Dorothy Levitt
Se convirtió en un personaje muy famoso al alcanzar el récord femenino de velocidad que ostentaba los 146,25 km/h. Además, escribió un libro que tuvo una enorme repercusión llamado “The Women and the Car”, en el que trataba, entre otras cosas, la posibilidad de emplear un espejo para ver los vehículos que venían por detrás. Años más tarde, el retrovisor, se ha convertido en una pieza indispensable para los conductores.