La producción de automóviles es un trabajo en cadena y parte de los procesos se han automatizado. Ahora son los robots los que se encargan de las tareas más pesadas.

Gracias a la digitalización, la robótica y la industria 4.0, se consigue optimizar y dinamizar las etapas de fabricación. Pero, ha sido esta misma innovación la que ha modificado la plantilla de trabajadores. Ya que, con la automatización de tareas, no se necesitan operarios para que hagan los trabajos más pesados.

Los conocidos robots móviles autónomos se caracterizan por adaptarse rápidamente a los procesos de producción, gestionar y comunicar entre los diferentes departamentos de la empresa sobre cualquier aspecto relevante y así conseguir mejorar la competitividad.

SEAT, empresa líder en fabricación de coches en España cuenta con unos 20 robots colaborativos, conocidos como cobots, que utiliza para colocar el ‘lettering’ a los modelos Ibiza y Arona. Además, la marca destaca los robots EffiBOT de Effidence en su planta de Martorell y es que estos robots colaboran con los empleados, reduciendo así la parte más difícil de la producción.

Además, se complementa con el uso del Big Data, que permite identificar problemas, establecer los parámetros ideales del proceso productivo y mejorar la eficiencia de los trabajos, por ejemplo, en el área de pintura a partir de un software se recogen datos, como la temperatura de la cabina, atmósfera, humedad o datos de la propia pintura y después se cruzan los resultados de calidad de cada carrocería.

Se trata de un cambio que ya está incorporado en todas las fabricas automovilísticas, con las cuales se han conseguido mejorar la cadena logística del sector, por su flexibilidad y su capacidad para colaborar activamente con los humanos.