Chevrolet SSR

¿Cuál es la primera definición de este vehículo que te viene a la cabeza? Es complejo dar una sola respuesta, ya que es una rara combinación entre un deportivo y una pick-up. Se trata de una apuesta que, desde luego, no está hecha para convencer a las masas. Sin embargo, bajo esa extraña carrocería posee un gran motor 5.3 Vortec V8 de 300 CV, asociado a una caja automática de cuatro relaciones y con tracción trasera. Era el mismo bloque que equipaba el Chevrolet Corvette C6.

 

 

Alfa Romeo SZ

Esta marca tiene en su historial una notable remesa de bellas creaciones, como el Alfa Romeo Tipo 33 Stradale hasta el Alfa Romeo Montreal pasando por otros muchos coches que han salido de las líneas de producción de la marca italiana a lo largo de los años. Sin embargo, no todos los Alfa son tan estéticos. El Alfa Romeo SZ es un ejemplo de ello, y por ello se ganó el apodo de ‘Il Mostro’ (‘El Monstruo’).

Fue uno de los primeros coches que se diseñaron por ordenador… aunque su forma final fue odiada por muchos. La casa italiana intentó compensarlo con el motor del Alfa Romeo 75, un V6 de 3.0 litros al que le aumentaron la potencia hasta los 210 CV. A parte de esto, una caja de cambios manual de cinco velocidades colocada en el eje trasero.

Gumpert Apollo

Por último este vehículo, que será recordado para siempre porque fabricó uno de los coches más rápidos… y más difíciles de ver. Fue presentado a mediados de los 2000 como un superdeportivo apto para carretera y circuito, y su corazón era un V8 de 4.2 litros cuya potencia oscilaba entre los 650 y los 800 CV. Ni siquiera las puertas de ala de gaviota tan modernas en aquellos años, pudieron salvar su comentado diseño exterior.