La última noticia y más reciente del multimillonario Elon Musk, empresario fundador de Tesla entre otras empresas, vuelve a saltar a la palestra por la compra de Twitter por 41.000 millones de euros.
A parte de esto, es un reconocido amante de los automóviles, y en su garaje hay algunos bastante extravagantes.
Por extraño que parezca, no son ni la marca Tesla ni son eléctricos. A continuación, te contamos los más característicos de esta colección:
Es uno de los coches favoritos de Musk, ya que fue su primer coche. Es un vehículo del año 1978, lo adquirió en 1994 de segunda mano y por unos 1200 euros.
Su anécdota es muy peculiar: Mantuvo el coche varios años, hasta que un día permitió que uno de sus becarios de su primera compañía que fundó dedicada al software lo condujera. El final pasó a la historia, ya que una de las ruedas se cayó.
Es un regalo de uno de sus mejores amigos, y a su vez, un icono del mundo de la automoción. Vio la luz en octubre de 1908 y es considerado el automóvil más influyente del siglo XX.
Se trata de un vehículo que le ha dado muchos problemas, pero todavía lo mantiene en su garaje. Su amor por él surgió a los 17 años, cuando le regalaron un libro de coches clásicos y, de entre toda la colección que se podía ver, este Jaguar fue su favorito. Se prometió a sí mismo que algún día tendría uno.
Su creación está inspirada especialmente para la película de James Bond La espía que me amó. El precio es de casi un millón de euros.
Después de comprarlo, supuso una gran decepción. El motivo fue que lo probó en el agua y al salir intentó activar la salida de las ruedas, pero no asomaron por ningún lado. Fue un truco utilizado para la película.
Este deportivo también esconde una excéntrica historia detrás. Y es que Elon Musk lo estrelló contra un muro al querer mostrarle a un amigo sus cualidades.
Lo adquirió tras vender PayPal, compañía que fundó en años anteriores. El de Elon es el número 67 de los sólo 106 McLaren F1 fabricados.