Tener un Ferrari en el garaje nunca ha estado al alcance de todo el mundo, por las consecuencias que ello implica. Además de los elevados precios de estos modelos, tiende a apostar por la exclusividad. El Ferrari Daytona SP3, el modelo más potente del fabricante transalpino, posee una tirada limitada de 599 unidades, cada una saldrá a la venta con un precio de dos millones de euros, sin los impuestos incluidos.
Sin embargo, esta exclusividad va más allá de precios y ediciones limitadas. Es la propia escudería la que decide quiénes están capacitados para conducir sus deslumbrantes modelos. Incluso enumera una lista de famosos a los que Ferrari ha prohibido conducir sus coches.
Justin Bieber
Uno de los casos más conocidos es el de Justin Bieber. Hace unos años, conducía ebrio su Ferrari 458 y olvidó dónde estaba aparcado. Estuvo buscándolo durante casi dos semanas. Además de esto, están las transformaciones realizadas sobre otros modelos, que Ferrari considera vulgares para su imagen como marca exclusiva. Estas conductas no tienen cabida para la escudería italiana.
Curtis James Jackson
Más conocido por todos como 50 Cent, son varios los motivos que el rapero, compositor y actor estadounidense, ha dado a la marca para ser uno de los integrantes de su lista negra. Entre ellos, unas declaraciones en su cuenta personal de Instagram sobre uno de sus modelos, que Ferrari consideró inapropiadas. Además, ha aparecido en su cuenta personal de Instagram limpiando su Ferrari con champán.
Nicolas Cage
El famoso actor de Hollywood se vio obligado a desprenderse de su Ferrari Enzo para hacer frente a algunas de sus deudas personales. Lo que molestó a la marca italiana fue el hecho de que vendiese su exclusivo modelo por un precio inferior a su valor original.
Chris Harris
El presentador automovilístico Chris Harris, que saltó a la fama al participar en el programa Top Gear, tiene totalmente prohibido el ingreso a la casa de Ferrari. Se debe a un artículo que publicó con el título Cómo gira Ferrari. En él, el periodista dejaba caer que los modelos aparecían más llamativos en las pruebas de la revista, y eso no sentó bien a la marca.