El parque automovilístico español se encuentra en el proceso de descarbonización en sus automóviles. Esta transformación a una red de vehículos menos contaminantes y más respetuosos con el medio representa una transición lenta pero un objetivo compartido entre las partes implicadas.
El parque automovilístico en números
Con una matriculación de coches eléctricos e híbridos que aumenta exponencialmente cada año, la perspectiva a largo plazo es optimista. El parque aumenta en unidades, esperando que para 2030 llegue a los 25 millones de vehículos matriculados. En el sector eléctrico el incremento va del 0’5% actual a una estimación del 6% del total.
Por su parte, los coches híbridos se espera que copen un tercio del total lo que representa un incremento del 5 al 34%. Estos números son motivados por diferentes factores desencadenantes.
El parque automovilístico actual español es de los más anticuados del continente europeo por lo que se estima que en los próximos años la renovación de vehículos ponga una marcha más.
En este punto entran los fabricantes, quienes han adoptado una política de producción ambiciosa hacia la descarbonización. Con estándares y políticas establecidas a 5 y 10 años, la gran mayoría de marcas prevé que entre en 50 y el 100% de la fabricación sea de vehículos electrificados (híbridos y eléctricos).
Pero… ¿Qué hay del servicio postventa?
Bien, el servicio tanto de talleres y concesionarios debe adaptarse al cambio. En esta transición lenta debe ir dando cobijo a soluciones específicas para vehículos electrificados como el cambio y reparación de baterías. Para entender la actividad de los talleres en el futuro próximo, deberán diversificar su actividad, para vehículos de combustión y electrificados.
Además, comparando la fiabilidad de los coches eléctricos es superior a los tradicionales, requiriendo cerca de un 75% menos de piezas de recambio. Mientras los híbridos ven reducido el consumo de recambios en un significativo 21% respecto a los de combustión fósil.
Un factor importante a tener en cuenta es la alimentación de los vehículos. Si aumenta el número de coches electrificados también deben aumentar los puntos de recarga. Este punto es quizás el que menos atención ha focalizado por ahora.
Si bien el número de puntos de recarga ha aumentado, se espera que para 2030 sean necesarios entre 65.000 y 95.000 puntos de recarga repartidos por todo el país.
Tanto concesionarios como talleres deberán adaptarse a las necesidades de los coches del futuro donde el servicio al coche eléctrico sea una nueva línea de negocio.
Para el desarrollo de su actividad con vehículos eléctricos, los talleres deberán tomar medidas de prevención laboral como el uso de trajes de protección personal y herramientas de especialización.
Un ejemplo para su adaptación es la instalación de puntos de carga para complementar su actividad o la sustitución de baterías, así como servicios especializados.