¡Ha llegado el momento de revisar el coche después de verano! Durante las vacaciones solemos hacer un uso excesivo del coche. Se trata del medio de transporte más cómodo para realizar viajes, sin necesidad de tener que coger otra alternativa como el avión o el tren, en muchos casos más costosa.
El mes de septiembre suele marcar el fin de las vacaciones anuales para muchos y, por tanto, la vuelta al trabajo y la necesidad de desplazarse con vehículo propio a diario.
De este modo, es imprescindible realizar una revisión completa para asegurar el buen estado del vehículo. Todo ello con el fin de velar por nuestra seguridad al volante y evitar futuros imprevistos.
Por qué revisar el coche tras las vacaciones de verano
Debemos tener en cuenta que tras las vacaciones de verano el coche habrá estado expuesto a las siguientes situaciones:
- Altas temperaturas.
- Transporte de cargas más elevadas.
- Largos recorridos, mayor número de kilómetros.
Todas ellas aceleran el deterioro, tanto exterior como interior del vehículo. Por consiguiente, el control y perfecto estado de todas las partes que lo conforman, será crucial para asegurar una buena conducción y alargar su vida útil.
Circunstancias que han requerido realizar mayores tramos de distancia en periodos cortos de tiempo, por ejemplo, suponen un sobreesfuerzo para el vehículo que puede ocasionar el desgaste de elementos esenciales para su buen funcionamiento.
Otro de los motivos más comunes es la sobreexposición a elevadas temperaturas, algo que acelera el proceso de deterioro de la carrocería del vehículo, entre otras consecuencias.
Somos conscientes del trabajo y el tiempo que supone estar pendiente del mantenimiento de un vehículo, por lo que a nuestros clientes de compra financiada ofrecemos una revisión anual del coche, además de las que necesite ya sea porque salte alguna notificación del vehículo que precise ser atendida o por algún imprevisto.
Todos nuestros clientes disfrutan del coche que quieren sin necesidad de preocuparse por su estado, porque ya lo hacemos nosotros por ti. Seguro, reparaciones, mantenimiento, neumáticos e ITV, todo por el pago de una sola cuota fija mensual.
¿Qué partes del coche necesitan revisión?
Conscientes de las necesidades de nuestros clientes y del poco tiempo que tienen para recordar todas las partes del coche que precisan de atención y cuidado, especialmente tras los meses de verano, hemos preparado un listado exhaustivo de lo que recomendamos evaluar tras “la vuelta a la rutina”:
-
Neumáticos
De los neumáticos dependen factores tan vitales para la conducción de tu vehículo automotor, tales como la frenada, la estabilidad, el guiado del coche e incluso el confort. Si además sumamos largos viajes por carreteras, lo más probable es que sufran desperfectos que necesiten atención.
En este sentido, los expertos suelen recomendar revisar los neumáticos teniendo en cuenta tres variables:
- Cuando se hayan recorrido 4.500 kilómetros, debido a que en las largas distancias los neumáticos podrían sufrir deformaciones o grietas.
- Cuando ocurran cambios de temperatura sobre los 10 grados o más, ya que la variación de la temperatura puede ocasionar que la presión de éstos descienda.
- Antes de realizar cualquier recorrido de largas distancias, como salir o regresar de vacaciones.
Los aspectos clave a tener en cuenta para comprobar el desgaste de los neumáticos y revisarlos correctamente son la banda de rodadura, la presión y la alineación.
¡Prueba con una moneda!
El “truco de la moneda” es uno de los trucos caseros más populares para medir la profundidad de la banda de rodadura correctamente. En este caso, lo único que debes hacer es introducir una moneda de un euro en los surcos del neumático, y comprobar si el borde de la moneda desaparece de su vista. Si lo hace, significa que el neumático tiene suficiente profundidad como para seguir circulando sin ocasionar problemas.
En cambio, si la moneda de un euro asoma más allá de su borde dorado, significa que el neumático está parcialmente desgastado, y deberás sustituirlo de inmediato. Por lo general, la profundidad de las ranuras del neumático debe ser de al menos 1,6 mm en 3/4 de la banda de rodadura del neumático.
-
Frenos
En un coche es casi más importante la capacidad de deceleración que de aceleración, por lo que es fundamental comprobar el sistema de frenado después de las vacaciones.
En este caso, es recomendable que los conductores revisen el estado de las pastillas cada 10.000 kilómetros, y de los discos de freno y el líquido entre los 30.000 y 40.000 kilómetros.
El intenso calor, los frenazos y el uso excesivo de los frenos por los atascos, incrementan el desgaste de las pastillas y discos, y su buen funcionamiento es de vital importancia para evitar imprevistos y accidentes.
Con el fin de detectar los principales síntomas que presentará el vehículo en caso de necesitar un cambio de las pastillas de freno y discos, deberás atender a lo siguiente:
- Si al pisar el freno lo sientes duro, significa que las pastillas pueden estar duras, tener grasa o aceite, o pueden que estén cristalizadas.
- Si notas una vibración al frenar cuando vas circulando por autopista, puede significar que los discos de freno estén alabeados y hay que cambiarlos.
- Si el freno emite un sonido chirriante al usarlo, puede que las pastillas son demasiado nuevas o porque ya llevas demasiado tiempo con ellas.
- Si al pisar el pedal del freno se hunde más de lo habitual, puede haber una fuga en el circuito de frenos o puede que las pastillas estén muy desgastadas.
-
Sistema de suspensión
La suspensión neumática del vehículo permite variar la dureza de la amortiguación y adaptarse al estado de las vías sin tener que reducir el confort al volante. No hay un plazo definido para revisar el sistema, aunque sí se recomienda comprobar su estado cada 20.000 kilómetros.
Existen cinco síntomas clave para detectar la urgencia de la revisión del sistema de suspensión:
- El coche rebota en exceso.
- El coche está desnivelado.
- El coche hace movimientos extraños en curvas o en apoyos fuertes.
- Hay un desgaste anormal en los neumáticos.
- Si escuchas ruidos extraños en baches o en curvas.
-
Alumbrado del coche
Para asegurar una buena visibilidad en carreteras, como conductor debes tener en cuenta el buen funcionamiento de todos los faros del coche y su limpieza a fondo. Si el vehículo automotor presenta algún problema puede afectar a tu visión y a la del resto de conductores, por lo que se deberán hacer revisiones periódicas.
Gracias a la tecnología la gran mayoría de los vehículos nuevos cuentan con un sistema de notificaciones o chivato que avisa al conductor en caso de que alguna bombilla se haya estropeado.
Revisar el estado de un motor no es tarea sencilla, para eso puedes contar con el apoyo de un taller mecánico o profesional de confianza. Sin embargo, como conductor hay una serie de cosas que sí puedes comprobar, para cerciorarte de que el estado del motor de tu coche es bueno.
- Examina posibles goteos de manchas sobre el suelo cuando el coche esté aparcado podría indicar la pérdida de los líquidos del motor y su color podría informarte incluso de qué líquido se trata. Solo prestando atención a un posible goteo podrías facilitarle mucha información a tu mecánico de confianza e ir directo a la potencial solución.
- Observa el motor y busca si existe alguna cosa que esté fuera de lugar, muy sucia, llena de tierra o pintura extraña, busca los detalles o la aparición de un posible goteo, el estado de los filtros, las gomas y bujías.
- Presta atención a posibles olores extraños que puedan alertar sobre una potencial avería.
- Revisa el nivel del aceite del motor y el tubo de escape, este último puede dar información muy valiosa.
En cuanto al motor, cualquier detalle es importante y te puede informar en caso de que tengas que ir a un taller mecánico.
-
Sistema de carga y arranque
El sistema de carga y arranque, compuesto por el alternador y el motor de arranque, es una parte fundamental para que se cargue la batería y para que el motor arranque, en definitiva, es necesario para que se encienda el coche.
Las altas temperaturas del verano pueden provocar daños en dicho sistema, además de desgastar los componentes de la batería. Algo que ocurre a partir de los 25 grados, aumentando el depósito de placas y acelerando su descarga.
Estar atentos a las señales que da nuestro coche es fundamental. Si sientes que tu coche hace pequeños ruidos al arrancar, la intensidad de las luces es baja o al encender el motor chirría, estás ante varios indicadores de daños o averías en el sistema de carga y arranque.
Ante una de las situaciones anteriores, deberás realizar una revisión completa en búsqueda de posibles fallos, evitando así que el motor del vehículo deje de funcionar.
-
Niveles de líquidos de refrigerante, frenos, lubricante y agua del limpiaparabrisas
Haga frío o calor, durante todo el año, debes revisar el estado de los líquidos de tu coche. De esto depende que el motor funcione bien y no tengas que visitar al mecánico antes de tiempo.
Esta revisión deberá contemplar el nivel de aceite, de refrigerante, el líquido de frenos y de dirección, incluso del agua del limpiaparabrisas.
Si estos lubricantes están a un nivel inferior o superior al deseado, podrán causar averías graves en el coche.
A continuación, te mostramos un cuadro para saber cómo debes actuar frente a la revisión de cada uno de los líquidos mencionados.
Líquido | ¿Cuándo revisarlo? |
---|---|
Aceite |
|
Refrigerante |
|
De los frenos | Un par de veces al año. |
De dirección |
Al menos una vez al año. |
Parabrisas | Siendo un líquido de menor importancia, muchos conductores se dan cuenta de que tienen su depósito vacío cuando ya no les queda para limpiar las lunas.
No existe regla general para su revisión, pero sí que hay que estar atentos de ello. |
-
Estado de los filtros
Un buen control y revisión de los filtros del aceite, del aire, del combustible y del habitáculo, evitará averías inesperadas del coche tras el verano.
El filtro de aceite utiliza un sistema de papeles que filtran hasta el 95% de las impurezas derivadas de la combustión, entre otras. Será esencial cambiarlo tras el verano, pues es un líquido que pasa por todas las piezas del motor, y todas las pequeñas virutas metálicas que no sean atrapadas por el filtro pueden generar averías.
El filtro de aire protege y elimina las partículas agresivas para el motor que puedan llegar desde el aire que lo refrigera. Su perfecto estado asegurará una cómoda conducción.
Por otro lado, el filtro de combustible elimina las impurezas que puedan contener los combustibles y garantiza el rendimiento óptimo del vehículo. En el caso de la gasolina, impide que las pequeñas partículas pasen a la cámara de combustión, mientras que en los vehículos diésel impide que el gasóleo llegue con pequeños restos de agua que puedan provocar la corrosión de las piezas.
Por lo general, a la hora de detectar averías en los filtros deberás atender a los siguientes síntomas:
- Ruido del motor.
- Dificultad de arranque.
- El coche se para a bajas revoluciones o al ralentí.
- Problemas en el rendimiento y la aceleración.
- Aumento del consumo de combustible.
Por último, y dejando de lado los filtros que aseguran el buen funcionamiento del vehículo, el estado del filtro del habitáculo afectará directamente a las personas que vayan en el coche. Con el fin de garantizar una buena calidad del aire en el interior, este filtro evita que entren pequeñas partículas que provoquen alergia o reseque el ambiente.
-
Lunas y escobillas limpiaparabrisas
La aparición de diversos tipos de insectos, típicos de la época estival, arañazos de ramas de árboles o la suciedad como resultado de la exposición a altas temperaturas, ocasionan que las lunas de los coches estén especialmente deterioradas o sucias, obligandonos a usar con mayor frecuencia las escobillas limpiaparabrisas.
Para lograr una buena visibilidad al volante, uno de los elementos clave será el limpiaparabrisas. Con el fin de mantener las lunas del coche siempre limpias, se debe hacer uso del limpiaparabrisas antes de iniciar la marcha.
Para realizar un buen mantenimiento de este, la clave está en la escobilla, que es el elemento de fricción entre el limpiaparabrisas y la luna, y que deberemos limpiar entre una y dos veces al año con un trapo blando para retirar el polvo sin dañarla.
-
Maletero y elementos de emergencia
Llevar en el maletero elementos como el chaleco reflectante, triángulos y luces de emergencia, y al menos una rueda de repuesto es obligatorio
Para realizar un buen mantenimiento de la equipación del maletero, los expertos recomiendan tener una mínima previsión de lo que podemos necesitar en una situación difícil y según la estación del año en la que te encuentres.
En este caso, regresando del verano estaremos frente a situaciones de bajas temperaturas, pudiendo necesitar equipamiento adicional como un rascador de hielo, cadenas, un botiquín de primeros auxilios, herramientas necesarias para cambiar una rueda, bombillas de repuesto, chubasquero, guantes, toalla, linterna, mantas, entre otros.
Asegúrate de que no hayas dejado alguno de estos equipamientos, al momento de descargar tu maletero a la vuelta de vacaciones.
-
Limpieza general del vehículo
Por último pero no menos importante, una adecuada y frecuente limpieza general del vehículo, tanto interior como exterior, será clave para evitar imprevistos, asegurar el correcto estado y funcionamiento de este, y disfrutar de una buena conducción.
Todos y cada uno de los elementos y piezas que conforman un coche, por muy pequeñas o insignificantes que parezcan, deberán revisarse con frecuencia para asegurar su correcto estado. De este modo, evitaremos imprevistos y posibles averías inesperadas.
El verano es la estación del año que supone mayor desplazamiento y cambios extremos en el estado del vehículo, y será tanto en su inicio como su fin cuando deberás prestar mayor atención.
Te animamos a estar atento a las señales de tu coche y a realizar revisiones periódicas para evitar imprevistos.