Bajo la dirección de Alfonso Peña Boeuf, ministro de Obras Públicas del primer gobierno franquista, entre 1937 y 1941, se establecieron seis carreteras nacionales radiales con origen en la Puerta del Sol de Madrid. Por ese motivo, el trayecto de kilómetros empieza y termina en la ciudad de Madrid.

Frente a la necesidad de la sociedad de desplazarse a diferentes núcleos de la población, se crearon autopistas y autovías. Todas ellas adaptadas al tráfico, consiguiendo así un itinerario seguro. Es por ello que, los días festivos, los camiones no circulan por dichas vías, ya que van a menor velocidad y no favorecen al tráfico de vehículos.

 

¿Quién gestiona los peajes?

Abertis Infraestructuras es la primera concesionaria de autopistas en España y, a día de hoy, la propietaria de un 67% de las concesiones del país. Además, está presente en catorce países repartidos entre Hispanoamérica y Europa.

Existen diferentes tipos de peaje: 

  • Abierto: cada cierta distancia se tendrá que pagar una cantidad de dinero en la caseta de peaje.
  • Cerrado: se caracteriza por la longitud recorrida, al entrar al peaje se registra la entrada y se abona en la salida.
  • Sombra: la empresa privada es la encargada de financiar y construir la autopista, pero es la Administración quien paga el peaje de los vehículos que circulan por ella mediante impuestos.

 

¿Dónde se paga actualmente peaje?

Desde el 1 de septiembre, desapareció el pago en cuatro autopistas españolas, ya que finalizaron sus contratos de concesión, estas fueron:

  • AP-2 (tramo Aragón-El Vendrell)
  • AP-7 (La Jonquera-Salou y Montmeló-El Papiol)
  • C-32 (Barcelona-Lloret de Mar) 
  • C-33 (Barcelona-Montmeló)

Por un lado, los peajes más caros de España, son: el Túnel de Cadí, el Túnel de Vallvidrera, la autopista de Sant Cugat a Manresa, la autopista de Castelldefels a El Vendrell y Túneles de Artxanda. Por otro lado, los peajes más baratos, se encuentran en: Puxeiros-Baiona, Madrid-Ocaña, Bilbao-Santurtzi, A Coruña-Carballo, Ocaña-La Roda, Madrid-Guadalajara o Madrid-Toledo.

Para el Estado, recuperar una autopista de ámbito privado supone menor número de ingresos y, por tanto, mayor gasto. Por lo que se hace difícil que desaparezca por completo el peaje. Además, con el dinero recaudado se invierte en la construcción, operación y mantenimiento de carreteras, túneles, canales de navegación o puentes.