No es extraño que los conductores se deshagan de sus coches antiguos a través de subastas. De hecho es un método de compra-venta que puede reportar sorprendentes beneficios para el propietario del vehículo si se entra en una guerra de precios por un coche codiciado. Pero si se convierte en remarcable cuando se trata de un coche de 1990, 32 años de vida y tan sólo 58.000 kilómetros recorridos. Teniendo en cuenta que coches de la misma quinta o incluso de años posteriores han superado el millón de kilómetros es una auténtica proeza que se mantenga con estos números.

Homologación  y exclusividad

El coche en cuestión es un Mercedes-Benz 190 E 2.5-16 EVO II que se fabricó para homologar la versión de competición automovilística tradicional alemana DTM. Para la homologación de un nuevo vehículo de carreras, este debe mostrar unas condiciones mínimas establecidas en cuanto a seguridad y fiabilidad. Es por este motivo que las compañías deben presentar una serie del mismo coche que haya sido adaptada para la conducción en carretera. Se suelen reclamar más de 500 ejemplares para que se considere una producción en serie. De este modelo en concreto se fabricaron 502 unidades, 500 de ellas en color Blue-Black Metallic. El ejemplar que nos concierne en el día de hoy forma parte de estos 500, concretamente es el nº401 de la edición limitada.

Un Mercedes internacional y competitivo

El primer propietario de este distinguido Mercedes Benz residía en Japón y del país nipón fue vendido a un comprador americano, de Estados Unidos. Es ahora que, tras no recorrer más de 100 kilómetros , su propietario actual ha decidido deshacerse de esta bestia alemana de 235cv de potencia producidos por un motor Cosworth, a través de una subasta. Capaz de pasar de los 0 a 100km/h en 7,1 segundos y una velocidad máxima de 250 km/h, además forma parte de uno de los modelos de Mercedes Benz que mejor rendimiento y fiabilidad ha generado a los propietarios.

Este Mercedes alcanzó los 225.000$ americanos del máximo postor al cierre de la puja. Un coche que, sin duda, entra en su tercera juventud.