Como bien es sabido, los gatos son unos de los animales más ariscos ante situaciones desconocidas. Se trata de mascotas muy astutas que no pasan nada por desapercibido.
Un viaje en coche, por tanto, es algo inusual para la mayoría y suele provocar ciertos niveles de estrés y ansiedad en ellos. Para ser exactos, casi el 100% de los felinos detesta realizar viajes, aún más si se trata de largos períodos de ruta.
La planificación de un viaje conlleva tiempo, pero en caso de incluir a tu mascota en él, la preparación es aún más extensa. Durante el viaje deberás contar de forma obligatoria con cierta documentación, más allá de transportarlo como es debido para evitar multas.
Por otro lado, una de las opciones más recomendadas es realizar también una visita previa al veterinario. Como buen especialista en la materia, conocerá todos los posibles comportamientos e imprevistos que pueda sufrir tu gato a la hora de realizar un viaje, y te aconsejará como es debido para hacer de este una experiencia más llevadera. En algunos casos, los gatos pueden llegar a marearse e incluso vomitar, y será el veterinario quien te indique qué hacer en estos casos.
En este artículo, te ofrecemos los consejos clave para mejorar el estado de salud y comodidad de tu gato en cualquiera de tus futuros viajes en coche.
Factores a tener en cuenta a la hora de viajar en coche con un gato
En primer lugar, deberás tener en cuenta las horas que pasará en el coche, pues ningún animal debería viajar durante más de dos horas seguidas. Se recomienda ir realizando paradas para hidratarlo, distraerlo, moverse y hacer sus necesidades, lo que viene siendo un merecido descanso para tu mascota, puesto que lo necesita para recuperar fuerzas y seguir con el viaje sin imprevistos.
Una vez organizada la ruta, deberás establecer en qué momentos y dónde realizarás las paradas necesarias para que el gato descanse, además de contar con el transportín adecuado a su tamaño y comodidad.
Según la normativa de la DGT sobre cómo transportar animales en un vehículo, en el caso de los gatos el sistema de retención correcto es el transportín.
Existen varios sistemas de retención para transportar mascostas en vehículos, tales como arneses, transportines o rejillas divisiorias, pero lo cierto es que en el caso de los gatos la mayor seguridad la ofrece el transportín.
Más allá del sistema de retención adecuado, existen ciertos aspectos también primordiales para transportar a tu gato de forma legal. Para ello, la DGT establece:
- Llevar siempre la documentación, es decir, la cartilla sanitaria oficial actualizada y sellada por un veterinario colegiado. En caso de viajar por la Unión Europea, necesitarás su Pasaporte para Animales Domésticos, además del microchip identificativo.
- La normativa de tráfico dicta que los animales deben estar bien sujetos al vehículo para evitar que interfieran en la conducción. Se colocará un separador que impida que ocasione molestias o pueda ser causa de distracciones.
- En caso de accidente, un animal suelto multiplica los peligros ya que saldría despedido pudiendo dañarse a él o al resto de pasajeros, por lo que además del separador es aconsejable utilizar sistemas de retención para mascotas, en este caso, el transportín.
Preparando el viaje
¿Cómo colocar el transportín?
Según el BOE y la Ley de Seguridad Vial, el transportín deberá permanecer cerrado y colocado en una zona fija y segura con el fin de que el vehículo pueda desplazarse sin ocasionar movimientos en el interior.
En este caso, existen dos opciones de sujeción seguras: colocar el transportín en el suelo del vehículo o, de lo contrario, llevarlo en el asiento trasero o delantero atado al cinturón de seguridad. Este último es el menos recomendado, pues el transportín destroza los puntos de sujeción del cinturón, y el animal puede sufrir lesiones muy graves en caso de movimientos bruscos o impacto.
Recomendaciones para acostumbrar al gato al transportín y hacer el viaje más llevadero
Deberás colocar el transportín en una zona que tu gato ya considere segura, como puede ser su lugar habitual de juego o descanso, o tu propia habitación. También es recomendable que en su interior coloques algunos juguetes o mantitas propias que ya tengan su olor para acelerar así la familiarización con el transportín.
Es recomendable utilizar FELIWAY Classic Spray, un producto que pulveriza feromonas sintéticas. Los gatos de forma natural emiten distintos tipos de feromonas y esta simulación, emitirá un mensaje de tranquilidad y confianza al felino. Se aconseja pulverizar cada 4-5 horas, esperar unos 15 minutos antes de que el gato se acerque a la zona pulverizada, y nunca pulverizar directamente sobre él.
Introduce también cada cierto tiempo pequeñas golosinas en el interior para que el gato asocie el transportín con premios, olores y experiencias positivas.
Una vez que el gato entre y salga del transportín con total comodidad, prueba a moverlo a distintas zonas del hogar, y continúa introduciendo premios o sus juguetes favoritos en el interior. Cuando tu gato ya se sienta totalmente confiado y seguro dentro del transportín, puedes añadir la puerta y cerrarla cuando entre, siempre premiando.
Por último, en cuanto al coche, de nuevo un desconocido escenario para él, deberás realizar algunas visitas para que lo huela y se familiarice con él. De lo contrario, puede sentirse inseguro y estresado. Además, puedes probar de realizar pequeños paseos con el transportín para familiarizar al gato en movimiento.
Durante el viaje
En caso de tratarse de un viaje muy largo, deberás asegurarte de que tu mascota tenga acceso a beber agua siempre que lo necesite. Para ello, es recomendable contar con un transportín espacioso en el que poder colocar un bol o, de lo contrario, hidratar al gato mediante una jeringa sin punta con agua.
Algo primordial para evitar problemas será llevar contigo su documentación. Tanto la cartilla sanitaria actualizada, la tarjeta censal y cualquier otro documento que pueda resultar importante para la mascota, serán necesarios a la hora de desplazarte.
Durante todo el trayecto, las ventanas del coche deberán permanecer cerradas, vigilar la temperatura del coche y evitar el sol. Si es verano, se recomienda utilizar el aire acondicionado, y que la salida de este no vaya dirigida directamente hacia el transportín.
Deberás también realizar descansos regularmente para que tu gato se airee. Aprovecha los descansos para cambiar, si es necesario, el papel absorbente del transportín. De lo contrario, puedes llevar un arenero portátil para que pueda hacer sus necesidades.
Algo crucial al realizar paradas, será no abrir las puertas del coche y la del transportín al mismo tiempo porque el gato podría escapar. Nunca dejes el gato solo dentro del coche, es un acto ilegal en muchas regiones de España.
Por último, para evitar vómitos o mareos, evita darle de comer al menos dos horas antes de viajar. Si el gato tiene el estómago vacío antes de empezar el viaje, evitarás que se le revuelva el estómago.
Por último, aprovechar el viaje para el descanso de tu mascota será la clave para hacer del trayecto una experiencia positiva para todos. Para ello, cánsalo antes de salir, deja que juegue, salte y descargue energía antes de arrancar. Lo más probable es que pase la mayor parte del viaje durmiendo.